EL DRAMA DE NO TENER UN TANQUE DE AGUA

Desde que comenzó enero, la crisis energética nos complica no solamente con no tener luz para mirar televisión. Cuando se corta el suministro eléctrico también se corta el suministro de agua. Una hora se aguanta, dos, puede será, pero seis horas hacen imposible cualquier previsión. “No tenemos donde juntar agua”, dice Elsa. Ella es una de las tantas vecinas de Empedrado que no tiene tanque en su casa donde almacenar agua potable. Ayer, nos contó las peripecias que debe realizar para tener un poco de agua para beber durante los cortes de luz.

De 18 a 22 de la noche fue el corte fuera de programa del día de ayer- lo programado por la Dpec iba de 22 a 02 horas-, la madrugada nos encontró con otro corte de la una a las 5 30 de la madrugada, sin aviso. “El día que se cortó casi 12 horas no teníamos agua para tomar, ninguna autoridad nos da explicación, ni siquiera un consuelo”, dijo Elsa. Ella vive por la calle 25 de mayo, a dos cuadras de la Municipalidad, su casa da la impresión de una conejera por la cantidad de hijos. Son doce viviendo bajo un mismo techo.

“Siempre que corta la luz se corta el agua, el Intendente o alguna autoridad podría hacer algo para conseguir un grupo electrógeno para el agua, o… hacer algo”, siguió la mujer. “Alguien debería hace algo, pero nadie escucha, no estamos en campaña, ese es el problema”, terminó. El drama pasa de grotesco cómico si uno es dueño de un humor ácido. Una vergüenza en una escala de valores. Lo que le sucede a Elsa es lo que pasa en muchas casas que no poseen un tanque para reserva de agua en sus hogares. Mientras conversábamos uno de sus hijos metía un balde en una pelopincho con agua sucia, no tenía otra para lavarse la cara.