El regreso

En este tiempo inicié una serie de trabajos que son solamente el reflejo de una parte que considero como realidad. Esta realidad es parte de una mucho más compleja y de múltiples visiones. No es la verdad, es mi verdad. Expresar mi verdad me trajo una serie de problemas. En una sociedad donde la libre expresión debería ser la base de la democracia este no es el caso.

Preocuparse por un medio al que el acceso, en noches fructíferas noches, no fue mayor a cien visitas plantea todo un desafío para mí y me llevó a replantear lo que estaba haciendo, si valía la pena o si simplemente era un pequeño alfiler para pinchar algunos culitos poderosos y reírme de ello. En ningún momento fue mi propósito pinchar culitos, menos de intolerantes que son valientes cuando andan en grupo siendo incapaces de entablar una conversación sobre principios o ideas, hábiles en alianzas e ilícitos pero pobres en formación cívica y mucho más miserables en ideales.

Decidí dejarlo todo. No buscar más problemas, de hecho lo hice. Pero no se puede, no se puede dejarlo todo, no es leal. Solamente propago mis ideas, no gano dinero, solamente algunos saludos que valen mucho más que cualquier maletín con algunos billetitos. El tiempo me dará la razón, si no, pediré disculpas.

Me preocupa que se rían de mi cuando camino, me preocupa que mi nombre esté presente en algunas conversaciones y que algunos irrespetuosos me señalen con el dedo, pero más me intriga saber porque lo hacen. Ellos prometen y no cumplen, yo solamente escribo.

Molestó lo del Basural, molestó lo de Barrios. “¡No vas a terminar la Universidad!”, un título universitario no me hace mejor persona. ¿Tanto poder tienen? También yo tengo poder, el poder de la palabra. Nadie denuncia nada públicamente, hay mucho miedo en la calle. Ese miedo es su poder, cuidado cuando se termine.

Misiones reconoció al primer infectado de dengue de la temporada, Empedrado como ciudad turística que busca albergar a visitantes de todo el Nordeste ¿qué está haciendo para prevenir el dengue? La cancha San Martín, ubicada por la calle 9 de julio camino al acceso de la ciudad, tiene yuyos de casi un metro de alto. En ese lugar muchos chicos practican deportes y muchos adultos salen a caminar. El predio, este año, se inauguró de nuevo como centro deportivo. Tiene un cajoncito de arena de mala muerte y tres reflectores que no funcionan. Quizás se busca incentivar el ecoturismo de alimañas y cardos espinosos. Es difícil sacar a los jóvenes de las adicciones y demás vicios cuando el espacio que tienen para hacer actividades físicas está en este estado. ¿Hay que esperar la promulgación de la Carta Orgánica para cortar el pasto y cambiar unas lamparitas?

Salir de las calles principales es toda una odisea. El famoso enripiado no hace más que romper cualquier vehículo que no sea 4x4. No todos los habitantes de la ciudad disponemos de fondos públicos para acceder al crédito para una Toyota Hilux. La calle misiones, entre 9 de julio y la avenida principal, es un desafío para el señor India Jones. Todavía no tengo dinero para comprar cadenas para las ruedas de mi bicicleta para circular por la arenosa avenida Piragine Niveyro. ¿Hay que esperar a la carta Orgánica para limpiar la ciudad?

Planteo otro desafío para los cazadores de tesoros perdidos. ¿Alguno de estos utópicos buscadores es capaz de encontrar una garrafa de gas? Si encuentra alguna pago con mi vida la recompensa.

En dos meses de campaña se gastaron más de 100 mil pesos y se reaudaron más de 100 mil pesos en la Estudiantina. Hoy está en duda el pago de aguinaldo para los empleados que fueron obligados a participar de las campañas proselitistas. ¿Qué códigos tiene un señor que ni siquiera puede cumplir con la gente que lo sigue y que propició su reelección? Otros señores asoman desde sus negocios, que ofician de pantalla, con computadoras personales de última generación.

Pero no todo está mal. Hoy tenemos, después de muchos años, una playa que vale un poco más que las anteriores. Ojalá las divisas que atraiga queden en obras para el bien común.
No caigamos en el error de creer que las personas que nos dirigen son las mejores. Que son iluminados. Al contrario. Si miramos para atrás vemos lamentables alianzas para solo conservar el poder. Son adictos a él, no pueden dejarlo. Los votos no eligen a los mejores, a los más capaces, eligen a los que pudieron escudriñarse y confabular con otros poderosos para mantenerse en el poder. Traiciones, dinero y otras cosas entran en la confabulación. Mejor no indagar mucho, esto no es nuevo. Tampoco yo soy un iluminado por escribirlo. ¿Nadie conoce los métodos como el voto en cadena? El sistema erige, lamentablemente a los timoratos y corruptos.

¿El campo tiene representación? ¿Los trabajadores? ¿O son los mismos que desde hace diez años? No sé, no soy quien para responder. No nací en esta bendita provincia, ¿eso no me da derecho a opinar? Parece que algunos consideran que no. Formaron a una bestia señores, ahora hay que bancarla, no la van a poder eliminar fácilmente. Esa bestia, con 24 años, escribe gratuitamente, trabaja gratuitamente. No espera ser funcionario para trabajar, o simular que lo hace. El pueblo está expectante y lo van a conformar más con bolsitas de mercadería y promesas vacías. La ciudad turística no tiene desagües, no tiene gas, tiene en 60% de la población rural viviendo con la vinchuca, tiene el dengue golpeando la puerta. Tiene jóvenes ávidos a arrebatarles el poder de manera legal. No se dejen estar y no me aprieten más. Si tanto te disgustó lo del basural erradicalo, no desvíes la mirada hacia este pobre mediocre que escribe solamente por tener tiempo libre.