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Un pobre diablo con internet y un poco de tiempo libre.

martes, 17 de noviembre de 2009

Opinión- SE TERGIVERSAN LAS COSAS

La realidad ficticia enarbolada desde el poder mediático y las personalidades con acceso a ellos hicieron que hoy se hable de la inseguridad que provocan los jóvenes. Bien decía el señor Darío Sosa, integrante de la asociación Padres Comprometidos en comunicación con Radio Empedrado la semana pasada” el problema somos los padres, no los chicos”.

Primero fue apuñalado en el tórax José Luis Romero. La madre del joven declaró en una breve intervención, también por Radio Empedrado, que “cuando pasa algo grave todos se levantan, pero la comisaría debería actuar antes. “Pido Justicia, por cualquier chico y madre”, “no le echo la culpa a la policía ni al Intendente”, siguió la madre. Días después “mama”, así era el sobrenombre, falleció al no poder recuperarse de la herida. Después, el violento asesinato de Ramón Vicente Barrios, otro puñal, otro joven, otra historia.


Horas después comenzamos a hablar de inseguridad, desde el momento que se esgrimió la palabra quedó implantada en cuanta conversación mediática escuché. Ahora, no podemos confundirnos ni aislar los hechos para estudiarlos individualmente. Despojarlos de su génesis es el grave error en el que hoy estamos sumidos.

El caso Barrios no forma parte de inseguridad alguna. Fue un macabro drama familiar que terminó, o no todavía, de la peor manera, y el de “mama” una pelea callejera que podría encuadrarse en inseguridad.

Estos acontecimientos develaron en los discursos inmediatos, después de esa semana, el fascismo de nuestra clase dirigente. Escuché, con asombro, plantear “toque de queda”. En definitiva, nosotros, adultos nos sacamos la responsabilidad de encima. Los culpables son los jóvenes, los adolecentes, los “cabeza dura”. “Hay que limpiar los pagos, son una mugre”, leí esta semana. Limpiar: palabra con connotación racial que no viene al caso analizar, pero tiene que ver con la composición de nuestra estructura mental como sociedad.

Todos estos discursos lograron su cometido el día domingo con la golpiza que integrantes de la Policía le propinaron aun joven al caer detenido por ruidos molestos, según la denuncia de la madre. Hoy nos encontramos en una guerra entre adultos y jóvenes, y peor aún entre los blancos y los negritos, pobres y ricos. La responsabilidad es de todos nosotros que dejamos que las cosas sucedan mirando hacia otro lado, pero sobre todo de los que no miden sus discursos en los medios y de la clase dirigente. La libertad de expresión permite que cada uno diga lo que quiera, pero también que se haga cargo de sus dichos. Nos vamos a dar cuenta del monstruo que crean estas personas cuando nuestras manos chorreen sangre inocente de nuevo y los que hoy pronuncian estos discursos se laven las manos nuevamente.

EL DOMINGO EL TEXTO COMPLETO junto con el semanario gratuito de noticias para descargar
Foto: archivo Municipalidad de Empedrado, Teatro Dora.

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