Bromatóloga en la mira

Joven empresario empedradeño se queja por infracción labrada arbitrariamente por Bromatología y Comercio de la Municipalidad de Empedrado. El propietario del local ubicado en la avenida Piragine Niveyro 1973 denuncia incoherencias y mal desempeño de los funcionarios públicos.

La habilitación del pub está en condiciones y al día. La infracción rubricada por la bromatóloga local se basa en el artículo 3 de ordenanza 044/06 que él desconocía al momento de la inspección. “Me informaron de la existencia de la disposición municipal por mensaje de texto a un teléfono que ya no poseo”, expresó el empresario.

“Los locales o establecimientos que funcionen como restaurantes, cantinas, cervecerías, confiterías, pubs, clubes y otros sitios donde se realicen actividades similares, en lugares cerrados o al aire libre, cualquiera fuera su denominación o actividad principal y los fines de la Entidad Organizadora, en los que se vendan bebidas alcohólicas destinadas exclusivamente en el ámbito físico donde funcionan”, establece el artículo en cuestión.

La bromatóloga se presentó en el local cerca de las 3 de la madrugada diciendo que en la esquina encontró a “dos jóvenes que habían comprado cervezas” en el negocio, sin más, preguntó si tenía la habilitación correspondiente y labró la infracción. Lo extraño es que a la policía él pidió dos agentes y enviaron sólo uno que “no hacía caso y era el hermano de la agente de policía que acompañaba a la bromatóloga" que se hizo presente en el local.

Al momento de entregarle la habilitación al empresario, antes de las elecciones, no se tuvo la delicadeza de dar conocimiento sobre la reglamentación vigente para el funcionamiento del negocio. “Yo sabía por el dice qué”, expresó el emprendedor. “La ley tendría que ser pareja para todos”, manifestó en referencia a un conocido local bailable que, según él, expende bebidas alcohólicas para consumo en la vía pública. “Eso no lo ve nadie, tampoco sienten los olores de otros negocios que tiran aguas servidas a la calle”, terminó de denunciar.

“A los de esta cuadra nos persiguen, yo no quiero pensar mal, pero es sugestivo que la bromatóloga llegue sin pruebas, con la hermana del policía que estaba en la puerta encargado de que no salga nadie con bebidas del local, y labre una infracción sin siquiera comprobar la habilitación ni mi identidad”. “Esto está en manos de mi abogado”, terminó de sentenciar.

Hace unos meses, antes de las elecciones, la funcionaria de apellido Romero fue denunciada por otro emprendedor, también de la misma zona lindante al boliche, por su tarea discrecional a la hora cumplir sus funciones. Esa noche llegó al comercio y junto a otro empleado municipal pidieron al dueño que “arregle”, “todavía nos quedan cuatro años más”, expresaron según el joven.